sábado, 14 de marzo de 2015

Teoría de la justicia de Platón. La República

El libro de la República de Platón es una obra griega clásica, donde entre otros temas, se analiza la dificultad de llegar a un concepto de justicia que sea generalmente aceptado, asimismo, se distingue la justicia relacionada con Estado y con la persona, además se buscan los puntos de coincidencia entre ambas vertientes.

En el libro primero, se presenta el concepto de justicia propuesto por Simónides que dice que justicia es decir la verdad y devolver lo que se ha recibido (331c); Sócrates, personaje principal de la República, desestima el significado literal de esta expresión en razón de que no podría considerarse justo en todo momento y  bajo cualquier circunstancia devolver lo que se ha recibido, por ejemplo cuando  un amigo pide a otro que le guarde unas armas y posteriormente regresa a pedírselas pero afectado por problemas mentales, por lo que el encargado de custodiarlas no cometería una injusticia por no entregárselas.

Con base en lo anterior, se interpreta el significado del concepto de Simónides llegando a la conclusión de que se refería a que la justicia implicaría hacer bien a los amigos y mal a los enemigos (332d). Sin embargo, también es cuestionado en razón de que la justicia es considerada un valor supremo, por lo que la persona que lo práctica no puede buscar el mal para otro, se considera que perjudicar a otro solo lo hará peor y agravaría su condición, por tanto, la persona justa, que practica la excelencia humana, debe ser justa tanto con sus amigos como con sus enemigos, pues no es propio de ella perjudicar a otro.

En ese punto, entra en la conversación Trasímaco, quien es un personaje ficticio creado por Platón que representa a los sofistas,[1] quien, molesto por ver como utiliza Sócrates el método mayéutico, lo enfrenta, ante lo cual es invitado a exponer su opinión al respecto, entonces Trasímaco afirma que lo justo no es otra cosa que lo conviene al más fuerte (338c) y justifica que el injusto goza de mayores beneficios que el justo y logra mejores cosas que aquel.

Sócrates, quien defiende los valores morales y el actuar recto de las personas, no concuerda con esta posición e indica que ningún arte o conocimiento artesanal busca su beneficio mismo, sino que tienen un fin específico, que es lo que más conviene al más débil, como la medicina que busca preservar la salud de las personas y, en el caso de la política, se debe buscar lo que más conviene al gobernado. De esa forma, cada persona realiza la función que le corresponde, misma que debe ser benéfica para los otros miembros de la sociedad.

Por su parte, la injusticia, defendida por Trasímaco, solo produce conflictos y disputas entre los hombres. Se indica que los hombres injustos son incapaces de hacer algo juntos en común, pues terminarán por traicionarse entre ellos mismos y, si no es así, significa que existe un poco de justicia dentro de ellos. De esa forma, los justos son más sabios, mejores y capaces de actuar, por tanto viven bien y son felices, mientras que los injustos son peores, vivirán mal y serán desdichados.  

Posteriormente, se indica que existe una justicia del individuo y una propia del Estado. Al hablar de la justicia del Estado, se hace alusión a como se debería conformar un Estado ideal y dentro de esa concepción se encuentra un elemento de justicia distributiva o social, ya que señala que la riqueza y la pobreza corrompen a los hombres (421c), ya que unos hacen cualquier cosa por conseguir la riqueza mientras que los otros se sobajan por culpa de la pobreza, por lo que los hombres solo deberían tener lo suficiente, y efectivamente, la distribución tan inequitativa de la riqueza genera problemas en relación con la justicia, aun cuando existe una igualdad formal ante los tribunales, las personas con mayores recursos económicos son capaces de contratar buenos abogados, mientras que las clases desventajadas tienen que conformarse con la defensoría de oficio que en la mayoría de las ocasiones no ayuda a representar adecuadamente sus intereses.

Las cualidades que señala debe tener un Estado son la valentía, la sabiduría, la moderación (que debe extenderse sobre la totalidad de las decisiones del Estado ya que está en concordancia con la armonía natural entre lo peor y lo mejor, tanto en el Estado como en cada individuo) y la justicia, que es indispensable para que el Estado alcance la excelencia (432a y b).   

En este punto Platón, a través de Sócrates, llega a la conclusión de que la justicia consiste en hacer lo que es propio de uno, sin dispersarse en muchas tareas (433b), de esa forma justifica esta concepción al señalar que:
…cuando un artesano o alguien que por naturaleza es afecto a los negocios, inducido por el dinero o por la muchedumbre o por la fuerza o cualquier otra cosa de esa índole, intenta ingresar en la clase de los guerreros, o alguno de los guerreros procura entrar en la clase de los consejeros y guardianes, sin merecerlo, intercambiando sus herramientas y retribuciones, o bien cuando la misma persona trata de hacer todas estas cosas a la vez, este intercambio y esta dispersión en múltiples tareas, creo serán la perdición del Estado (434 b).
Platón considera que un hombre justo no difiere en esencia de un Estado justo, sino que la noción de ambos será similar (435b).

Respecto al hombre justo, Platón se enfoca en la composición del alma, que se compone por tres partes: el raciocinio (por la que razona), la parte irracional o apetitiva (por la cual tiene hambre, sed, todos los apetitos) y la fogosidad (que es un conflicto interior del alma por el que toma sus armas en favor de la razón) (439 d).  
  
Distingue la fogosidad de la parte irracional, ya que aparentemente la primera formaría parte de la segunda, sin embargo, considera que más bien la fogosidad es una reacción instintiva de cólera que se presenta cuando uno detecta que se está cometiendo una injusticia.

Me pareció interesante la teoría de la justicia de Platón en razón de que analizando su concepto, es evidente que muchas de las injusticias que se presentan, sobre todo a nivel estatal, implican el incumplimiento de una función del Estado. Por ejemplo, el problema del narcotráfico en México y sus repercusiones en la población, surge por el incumplimiento de las atribuciones de las policías, de los Ministerios Públicos y la corrupción de los gobernantes, que permitieron que el problema creciera. Por tanto, a pesar de no ser una teoría que abarque todas las vertientes analizadas en clase, vale la pena revisarla.

Bibliografía
Macintyre, Alasdair, 2006, Historia de la ética, Barcelona, Paidós.
Platón, 1988, Diálogos IV. República, Madrid, Gredos.



[1] Los sofistas eran maestros que divulgaban la enseñanza de un relativismo tanto moral como general en la teoría del conocimiento. Uno de sus mayores exponentes Protágoras señalaba que “el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto son, y de las que no son, en cuanto no son”. Eran criticados duramente por Platón y otros discípulos de Sócrates, pues ellos buscaban un conocimiento y moralidad universal. (Macintyre, 2006: 24 y 25)   

No hay comentarios:

Publicar un comentario